Hector Francesch
Héctor Francesch, artista coruñés y autodidacta, en cuya obra encontramos desde personajes que evocan el pasado y la infancia en la memoria colectiva, como los Playmovil de sus inicios, hasta asuntos atemporales, ha participado en la edición de BetArt que arrancó el 1 de marzo en distintos puntos del núcleo calvianés. El proyecto ha contado con destacados artistas del arte en la calle que en esta ocasión han plasmado sus obras en muros, paredes y superficies del núcleo urbano.
Héctor Francesch, confiesa ser fruto, como artista, “de la cultura de televisión, de los tebeos y los dibujos animados, del skate y los juguetes que más me gustaban”, y en los últimos tiempos, también de sus experimentos con las redes sociales, “del exceso de información, las crisis y los avances de la tecnología”. El artista se sirve de los códigos del diseño gráfico, pero introduce también una reflexión en torno a ellos subvirtiéndolos, modificando a su modo las relaciones habituales entre fondo y forma, mensaje y apariencia.
No se formó en la Facultad de Bellas Artes ni en ninguna escuela específica de artes, pero su potencial creativo provocó que se dedicase profesionalmente al arte. En numerosas entrevistas, este artista nacido en A Coruña en 1977, hace hincapié en que en su trayectoria es fruto de la escuela del error; sus conocimientos y planteamientos son en base a haber aprendido de los errores cometidos.
Aquellos que hablan de su obra la etiquetan bajo el estilo “neo-pop”, que hace guiños a los iconos de la cultura popular. Sin embargo, incide en que su trabajo es puramente personal, ya que lo que más le interesa es el reflejo de su yo interior, la reflexión entre su universo creativo y su legado personal.
Francesch, ha desarrollado una interesante obra pictórica de realización perfeccionista, definida por tintas planas perfiladas. Parte de sus referentes proceden de la observación de las imágenes que nos rodean, apropiándose de elementos y escenas que reconocemos y nos resultan familiares. En la producción reciente, ha expandido sus intereses más allá de la pintura, realizando proyectos donde la bidimensionalidad cede el paso a un concepto de intervención espacial, sin perder de vista los intereses iconográficos. Por eso, coge como referentes objetos de la cotidianidad que, en su repetición y acumulación, adquieren un nuevo interés plástico y objetual.
Su obra para el BetArt Calvià 2016, certamen que empezó en 2012 y que se afianza para tener continuidad, con el objetivo último de la puesta en marcha de un museo al aire libre, un museo abierto y participativo, la ha titulado Balones Fuera y se ha podido disfrutar en el Campo Municipal de Fútbol de Peguera. “Echar balones fuera” no es nada más que buscar una excusa para no hablar o no hacer una cosa a la que uno se está refiriendo. En el caso de esta intervención, “Echar balones fuera” acontece la misma disculpa para realizarla. Una cascada de pelotas de fútbol caía desde la parte superior del muro trasero de una de las porterías. Éstas se han recogido en gran parte en una campaña de aportaciones voluntarias a través de las redes sociales. Con la acumulación, Francesch construye un nuevo objeto, una nueva imagen expandida, que lo aleja de su uso inicial, aportando, por repetición, una nueva visión al elemento cotidiano.
BetArt , ha sacado el arte a las calles de Calvià, con el fin de crear un atractivo más para que los ciudadanos y turistas, por tanto, todos los espacios que albergaban las obras tenían una característica en común: visibilidad a pie de calle. Con el fin de crear rutas que posibilitaran el movimiento por las diferentes zonas del municipio de los interesados en disfrutar de estas obras, se han elegido espacios en diferentes núcleos. Además, con el objetivo de integrar a empresas y otras instituciones presentes en el municipio, han sido seleccionados espacios públicos y privados.
La obra del artista coruñés, según sus propias palabras, aborda la contemporaneidad con humor e ironía, para que sea más fácil de digerir, liberándola del peso negativo que suele generar. Su obra la plantea como una herramienta para reír, incluso cuando cuenta cosas serias. Héctor Francesch, maneja un interesante equilibrio entre forma y mensaje; utiliza las convenciones artísticas a su manera, y marca un camino al espectador para usar el arte como experiencia y compromiso.
Recientemente también ha participado en la séptima edición de la feria JustMAD, que concentra en Madrid una de las mejores selecciones de arte emergente contemporáneo. Entre las piezas más llamativas, hay que señalar la instalación que Héctor Francesch elaboró con 7.000 pajitas de colores. Galeristas nacionales e internacionales se dieron cita en la sede del COAM.
En representación de la galería Metro de Santiago, presentó una obra con la que «Buscaba un elemento pobre, de los de usar y tirar. Es la sublimación del objeto, que cambia cuando lo conviertes en obra de arte». Para él «un dibujo que sale de la pared y se desparrama por el suelo». Contó con la colaboración de la firma Tiger, que le proporcionó las pajitas, y de cantidad de amigos y gente de la feria que le ayudó a engarzarlas en tiempo récord.
El equipo de SMarkCom, seguimos apostando por este tipo de proyectos innovadores y vanguardistas… y por supuesto por Francesch, sin duda, una de las firmes realidades del arte!